Parece obligatorio, según los medios, que los hombres deban cuidar al máximo su aspecto físico al límite, ya que incluso se habla de una depilación durante todo el año en el cuerpo. Es cierto que es muy agradable ver que, seas hombre o mujer, cuides tu aspecto, pero por favor de una forma razonable, tampoco sin llegar a extremos si la persona en cuestión no lo desea así.
Aunque sea de una forma indirecta parece que todos tenemos que seguir esa tendencia para no considerarnos unos OUT, fuera de moda o poco interesantes para los que nos rodean.
Todos estos comentarios generan un malestar, porque es muy difícil siempre llevar esa rutina de cuidados.
Afortunadamente, la época en la que todos nuestro posibles defectos pueden verse demasiado por la ropa veraniega o con nuestros biquinis o bermudas ha finalizado.
Pero aun así, sigue la polémica, ya que se exige en ellos un afeitado en el rostro que a veces puede ser traumático, ya que a veces ellos tienen la piel de culito de bebe y no quiere decir que encima tengan una barba dura y que en pocas horas les brote. Si ellos aún no tienen canas en la barba, puede ser peor ya que se ve mucho más. Para más Inri, se considera que la barba hace de mayor .Solo los adolescentes desean parecer mayores en este momento. No conozco a nadie menos a ellos que deseen parecer mayores.
Ayer me fui con una prima mayor que yo, nacida en el año 1968, con buena figura, simpatiquísima y muy agradable en el trato. Contemplé horrorizada cómo de una manera cruel y despreciable una dependienta mayor que ella la trató de usted con retintín, y cuando ella iba a gastar unos 75 euros para reponer cosmética, que se le había acabado. Le aconsejó usar unas cremas muy intensivas para pieles de más de 55-60 años muy castigadas. Se marchó de allí sin comprar nada y con los ánimos por los suelos. La verdad es que tiene la piel muy bonita y ya les gustaría a la mayoría de mis amigas estar como ella sin haber pasado por ningún cirujano plástico. Hoy se cuestionaba si cambiaba su ya de por sí suave maquillaje, pensando si este había sido el causante del desafortunado comentario de la señora.
Esto me hace reflexionar y me hace pensar que en la Dirección de los centros comerciales, y en especial el centro comercial más representativo de España aunque su nombre no haga referencia a este país, deberían ser más astutos y no obligar a los empleados de su compañía a tratar de usted a tod@s l@s client@s que no son adolescentes.
Afortunadamente, algunas dependientas, aunque pocas a mi parecer, actúan con más conocimientos de psicología que sus “sapientísimos” superiores y, con las clientas más habituales, se saltan esta estúpida norma, que hace retroceder en la compra a numerosas personas. Yo conozco los dos extremos y, por supuesto, el grueso de mis compras se lo lleva este segundo tipo de dependienta.
Hay muchas formas de demostrar respeto, y sin utilizar este adjetivo demostrativo tan horrible, que a veces se ve como insultante, y causa el efecto contrario al pretendido en las personas.
Hoy he visto a una mujer que me causa una gran ternura, ya que después de haber pasado por numerosas operaciones y de mucha envergadura, su estado de ánimo era bajísimo y la quise animar para subírselo de la mejor forma que podía. Su piel es muy blanca como la nieve, a pesar de ser española, y su cabello suele llevarlo claro. Ahora, y por culpa de querer seguir una tendencia de moda que a modo de dictadura dice que la mujer debe llevar el cabello en tono chocolate, la encontré extra pálida y hundida por no verse bien delante del espejo. Para empezar, tiene la edad de mi madre, aunque no lo parece, y cuando se arregla, siempre con discreción pero con tonos vivos en sus labios, está atractiva. Yo ni la conocía, y tuve que fingir estar despistada, porque sin pretenderlo pasaba sin saludarla. Con mucho tacto le dije que ese tono lo veía muy oscuro para ella. Me dijo que ese era el tono que una conocida revista decía era el tono de moda para el cabello femenino en esta época del año. Para rematar la faena, no llevaba ni un leve brillo de labios en una piel casi nívea, una piel que parece de origen celta o nórdica a pesar de su origen aragonés.
Otra de las nuevas tendencias es el efecto “cara lavada” en el maquillaje femenino. No es difícil conseguirlo, pero yo no lo recomiendo en absoluto en pieles excesivamente pálidas. Los labios también tienen un tono más bajo que el “nude”, y por regla general, con este maquillaje, este tipo de pieles acentúa más todavía su extrema palidez.
Me gusta mucho leer libros. Hace un año leí de Valerie Tasso un libro llamado “Diario de una ninfómana”. La protagonista, ella misma, una mujer del signo Leo y culta, a causa de las deudas se dedica a la prostitución de lujo para conseguir saldar antes esas obligaciones económicas que había contraído. Ella, según dice, siempre se había maquillado discretamente. Sin embargo, nada màs entrar a trabajar la obligan a emplear tonos más intensos para encandilar a los acaudalados clientes. Según la autora, al hombre le gusta ver a una mujer que se ha tomado su tiempo para maquillarse para él. Me llamó mucho la atención este comentario que, a mi manera de ver, no lo ví como un recurso literario de la escritora para decir algo, sino lo entendí como si ella lo dijera en una total veracidad. No paré hasta que me lo leí enterito.
Después de este libro, leí otros en los que el tema maquillaje también coincidía con el de esta escritora, aunque no viene al caso enumerar sus títulos ya que no son tan conocidos y, bajo mi punto de vista, no son libros que me hayan conmovido o trasladado mientras los he leído.
Creo que todas las cuestiones que os he ido enumerando constituyen un tema muy importante en la época que estamos viviendo y que muchas personas deberían valorar y actuar en consecuencia.