Situémonos a mediados del siglo XIX en Suiza. Allí, Philippe
Suchard transformó el chocolate e hizo que pasara de producto
exclusivo de minorías a algo que podía ser disfrutado por todos.
A finales de siglo, el yerno de Suchard expandió el negocio
rápidamente, introduciendo nuevas técnicas de fabricación,
incluida la fórmula para mezclar leche y cacao. Es en 1901
cuando Suchard lanza la primera tableta de chocolate con leche,
llamada Suchard Milka, con un envoltorio revolucionario de
color lila. El nombre fue desarrollado para identificar un nuevo
producto, fruto de la combinación de la leche y el cacao.
Este envoltorio se adornó con una vaca de color negro y blanco
sobre un fondo de un paisaje alpino. Ésta representaba el
mundo de la leche alpina mejor que cualquier otro animal.
El tiempo hizo que la vaca pasara a ser de color lila. La idea
surgió del dicho “familiarízate con aquello que es extraño,
convierte en extraño a aquello que es familiar”. Milka da a
conocer un envoltorio que representa la imagen de una vaca lila
sobre un elegante fondo del mismo color, con el fin de atraer la
atención sobre su chocolate. En todos estos años, la vaca ha ido
cambiando, pero ha mantenido su tonalidad lila característica,
con manchas blancas, que hoy día representa la identidad visual
de todos los productos de la marca.
El posicionamiento original de la marca se basaba en una idea
sencilla que, todavía hoy, es la esencia de la marca: “Milka, la
más tierna tentación, por estar hecha con leche alpina”.
En este tiempo, el posicionamiento de la marca ha ido
evolucionando hasta el actual “Atrévete a ser tierno” y su
portafolio se ha ampliado considerablemente. En la actualidad
se comercializan tabletas de muchísimas variedades, snacks,
bombones…